mayo 28, 2009

Hipocresía

Como muchos... o pocos jaja... se habrán dado cuenta, hace un rato que no escribo nada sustancial, ok, en realidad nunca he escrito nada bueno, sólo pensamientos y opiniones pachecas y fumadas (ser o estar pacheco, en México significa que te fumaste un churro, un porro o más fácil, un cigarro de hierbamala... o sea Mary Jane, la novia de Peter Parker... Marihuana pa' la banda... Pacheco también es un apellido, del cual se aprovechan muchos para hacer referencia a la Mota...). Como venía diciendo, hace ya tiempo que no escribo y la razón es que no he estado muy motivado para hacerlo, lo único que me motivaba era la música, por eso los post y correos masivos que he enviado son con motivos musicales, compartiendo las canciones que me han puesto momentáneamente feliz.
Pero en fin, este es uno de esos escritos sin sentido que salen de mi nube gris, habitante del hemisferio norte de mi cabeza.

El título dice, Hipocresía, así que se supone que debo escribir algo al respecto... Lo intentaré, pero no les prometo nada, es decir, soy honesto desde el principio... ¿captan? ja ja.

Como todo ser humano, he dicho mentiras, y no me arrepiento, pues con el tiempo he aprendido que son necesarias hasta cierto punto. Las famosas "mentiras blancas", las odio, pero como dije, son requeridas muchas veces, y ustedes podrán tener todos los pretextos del mundo para decirlas, pero aún así, opino que no se justifican por completo. El asunto con esto, es que si se es completamente honesto se lastima a las personas, aún sin quererlo, lo digo por experiencia. No me gusta lastimar a la gente, en ningún sentido, pero tampoco me gusta mentir, ¿qué hago? ¿Digo lo que pienso honestamente hasta cierto punto donde no se lastime a nadie, digo lo que pienso sin importar las consecuencias, o simplemente me ahorro mis comentarios...?

La mayoría de las veces, opto por la última opción, muchos me dicen que soy muy serio, que casi no hablo, pero no es así, cuando estoy en confianza hablo mucho, ¿por qué? Pues por la sencilla razón de que estando en confianza se me permite ser honesto, pero no así cuando no conozco a mis interlocutores, pudiendo ofenderlos o algo así, terminando en pleito o hasta en golpes (uno nunca sabe, y menos si no conoce a las personas).

Ser honesto es muy sencillo, todos podemos serlo, pero, nuestros padres nos educan al contrario. ¿No lo creen así? Déjenme darles algunos ejemplos... Santa Claus, Los Reyes Magos, El Coco, El Señor del Costal, El señor Policía, El Doctor, por aquello de que te van a inyectar si no obedeces, cuando se acostumbran a prometer cosas que no cumplen, y otros, que nos dicen que nos quieren y nos aman, cuando muy adentro en verdad desearían haber usado ese condón que no compraron cuando tuvieron las relaciones en las que nos procrearon. Nuestra vida está saturada de hipocresía, y mentiras, y muchas de esas mentiras son la raíz de nuestros miedos, como el miedo a las inyecciones, porque nos castigaban con "llevarnos a inyectar", el miedo a los secuestros o robos, por decirnos que nos iban a regalar al Ropavejero o al Robachicos, el miedo a las alturas, cuando nos dicen que si no nos bajamos de ese árbol nos vamos a romper algo, y en general muchos de nuestros miedos son infundados por nuestros propios padres!!! Y sus mentiras no ayudan.

Ok, dejemos a los padres en paz, les platicaré una anécdota... es completamente verdadera, me pasó a mi por ser demasiado honesto.
Sucede que a mis 11 años, cuando debía estar cursando la primaria, por diversos problemas entre mis padres, no lo hacía. Hasta un momento en el que mi mamá hizo que me metieran a una primaria, y por mi edad, entré a cursar el último mes de 5° grado, el penúltimo grado antes de salir del nivel básico de la educación en México y supongo que en el Mundo. Pues bien, yo no había tenido un contacto con niños de mi edad en una escuela, así que no sabía el "protocolo" ahí manejado. Además mi primaria, era Pública, y en un barrio no tan bonito, así que los niños estaban más maleados... Un día, la Maestra Tere (muy guapa maestra por cierto), salió del salón, y algunos compañeritos, comenzaron a jugar fútbol al fondo del salón cuando eso estaba prohibido; sucedió lo que tenía que suceder, rompieron un vidrio, y cuando regresa la maestra y pregunta quién fue... adivinen... Síiii, ahí estaba yo, levantando la mano, diciendo: "yo sé quién fue maestra, fue Fulanito de Tal..." A quien regañaron y castigaron... pero ¿saben qué me gané yo por mi honestidad? No es difícil suponerlo... Así es, me gané el reconocimiento de algunos amiguitos, por medio de puñetazos al estómago a la hora del recreo... Ese fue mi primer encuentro con las mentiras blancas... Además de que comprendí que cuando alguien hace algo malo en tu contra, la respuesta es golpeándolo a la hora del recreo... al menos en la Primaria así es... Por eso, amigos míos que tengan hijos pequeños, no duden, y métanlos a boxear o al karate... De preferencia Capoeira o Kung Fu, se los aseguro, sus hijos lo agradecerán al sobrevivir esta etapa.

Con el tiempo, me he vuelto un amo de la verdad disfrazada, de las mentiras blancas, del choro, de la deshonestidad y de los malos entendidos. En realidad estoy mintiendo. Ja ja, acaban de caer en una paradoja... No puedo decir que soy honesto porque mentiría, y tampoco puedo decir que soy un mentiroso porque podría estar diciendo la verdad. Pero en realidad, no me interesa si me creen o no, yo platico las cosas aquí con el fin de drenar un poco los pensamientos que desbordan mi cabeza. Ahora sé mentir, cuándo, cómo y por qué hacerlo, pero como todo aquél poseedor de un conocimiento similar a las artes marciales, lo aprendí esperando nunca usarlo. ¿Tiene sentido? Para mí sí, y ahora les explico con una analogía. En mi profesión, para poder protegerte de los virus informáticos, de los hackers y de las amenazas del Internet en general, has de aprender cómo funcionan, informarte, investigar y experimentar con esas herramientas mal empleadas. En las relaciones humanas es lo mismo, para saber si te mienten, debes saber mentir, para saber si fingen, debes saber fingir, para saber si te engañan, debes saber engañar, para entender a un niño, debes pensar como tal, al igual que para entender a una mujer, o a un hombre.

No es una regla general, como en la Física y como en cualquier materia, existen las infinitas excepciones, además de que como siempre lo he dicho, yo no tengo la verdad absoluta, y esto es sólo mi Perséepción de la realidad.

Es por eso que escribo aquí, para manifestar mi aborrecimiento a la hipocresía, porque la conozco, sé cómo emplearla y he elegido no hacerlo. Me aburre, me desespera y me fastidia. Así me pasa con las personas hipócritas, a quienes distingo fácilmente. Aquellas personas que hablan a espaldas, que fingen demencia, que fingen ser amigos y que resultan lo contrario, que quieren hacer creer una línea de pensamiento, cuando en realidad piensan de otra manera. Me caen mal esas personas que se interesan tanto en el "qué dirán" y actúan en sociedad como padres de iglesia, y en la intimidad como pederastas indiscriminados, y que además utilizan sus posiciones, para aprovecharse de los débiles de pensamiento. No puedo evitar ser hipócrita yo tampoco, porque soy humano y tengo mis defectos, pero mi hipocresía nunca ha llegado a tal grado, porque soy tan expresivo que en cuestión de segundos mi ánimo y mi semblante cambian al desagrado, así que no puedo fingir que me agrada alguien cuando no es así. Aún así, me aborrezco por ser hipócrita en el grado que sea...

Por eso me agrada tanto el Dr. House, basado en Sherlock Holmes de Sir Arthur Conan Doyle, porque al ser misántropo (algún día, tal vez yo también lo sea, pero de mientras seguiré de antisocial...), no le importa nada más, que decir la verdad, a veces se contradice y muestra un poco de Humanidad, al "proteger" con una pequeña mentirilla blanca a algún paciente, lo que demuestra que nadie puede ser totalmente honesto, ni siquiera consigo mismo.

Yo he optado por ser honesto con las personas, pero es tan raro para ellas, que ven en mí a un extraterrestre, a un anormal, o algo así, porque la gente, está tan acostumbrada a que le mientan, que ya hasta resulta ofensivo en cierta forma, que sean honestos con ellos. Si me agrada algo lo digo, si me desagrada algo, lo digo, si quiero una relación seria con alguien, se lo digo, si sólo quiero coger también lo digo!!! O sea, ¿qué más puedo hacer para dejar algo en claro?; ¿Usar la psicología inversa y decir la mentira contraria a lo que realmente quiero?
Las mujeres se quejan más de que los hombres son deshonestos con ellas... ¿Por qué entonces siempre buscan una mentira en la respuesta de sus hombres? Las "guías" del trato femenino dicen: "si una mujer te pregunta cómo se ve, la respuesta es:..." y nos ponen un sinnúmero de respuestas que a las mujeres les gustaría oír, pero no nos dicen: "sea honesto con ella y será gratificado". Todo nos lleva a la mentira y la hipocresía, si yo veo a una mujer mal vestida y me pregunta cómo se ve, mi respuesta es MAL! Eso es directo y sincero, pero ¿ofensivo? Es la verdad!!! Si una persona, hombre o mujer se me acerca con mal olor, no puedo pretender que no sucede nada... O hago una jetota o si es de más confianza le digo que APESTA!!!

Del mismo modo, si una mujer guapa, y bien vestida con excelente aroma, me pregunta lo mismo, voy a responder con la misma honestidad, soy parejo y no discrimino. He encontrado en el sarcasmo, una válvula de escape para mi necesidad de sinceridad, pues siendo yo observador como me considero, mis comentarios sarcásticos y ácidos giran humorísticamente en torno a la realidad, la verdad y la honestidad, tratando de perturbar en lo más mínimo a la paz ambiental.

Yo agradezco infinitamente que sean honestos conmigo, y aunque pueda yo parecer sentido, la verdad es que prefiero saber la verdad que vivir engañado. Por ejemplo, si invito a salir a una chica, prefiero que me digan que no quieren que no se les antoja salir, o ir a hacer lo que se haya propuesto ir a hacer, o asistir al evento propuesto para asistir, o que simplemente soy una persona non grata para ser visto con esa persona en la calle o lo que sea, pero que sea la verdad, prefiero eso a que me digan: "...uy, ¿qué crees? es que no servía mi celular..."; "...es que tuve que salir de emergencia..."; "...es que no me lo vas a creer... ya iba para allá pero..."; "...en serio? nunca vi ninguna llamada perdida..."; o que pongan a otra persona a contestar en su trabajo o en su casa... por temor a atender la llamada personalmente y dar el pretexto por sí misma... o cualquier pretexto. Eso es ser mentirosos e hipócritas. Y me caga... porque me doy cuenta, y cuando pasa eso, porque me ha pasado, ya la verdad me da hueva, y opto por no volver a llamar...

Como siempre digo, nada de lo que escribo son consejos, pero si me permitieran sugerir algo, sería:

"Sean honestos, consigo mismos y con las demás personas, porque conoceréis la verdad y la verdad os hará libres..."

Una frase de Chuchín remixeada por mi... y que a mis conocidos les conste que no soy fan de Chucho... Pero se me hizo interesante, porque aunque yo reniegue de los libros esos evangélicos... la frase es muy ad-hoc al momento, yo al ser honesto me siento libre, porque no tengo que andar protegiendo mi mentira con otras mentiras y así sucesivamente, convirtiéndome en un mitómano más.

Mi forma de ser es así, directo, duro y a la cabeza, no me interesa hacer sentir mal a nadie, pero aunque tal vez esté mal hecho, prefiero hacerlo sentir mal un momento que dejarlo vivir engañado, para que cuando se entere de la verdad... viva lastimado el resto de su vida.

3 comentarios:

  1. Esta vez me gustaría escribirte como comunicóloga, y te digo esto porque soy apasionada de la carrera que estudie y porque realmente me gusta decirle a las personas lo que pienso y siento con respecto a una situación, hoy gratamente puedo decirte que tienes una manera muy peculiar de comunicar y comunicas tan bien que haces que me ponga de pie a darte un aplauso. El tema es complicado en sí, pero dentro de su complejidad esta la clara intensión de provocar una reacción (causa-efecto), uno de los principios básicos de la comunicación efectiva, con tu escrito logras que el lector tenga un conjunto de sentimientos y emociones encontradas partiendo de la alegría, risa, nostalgia, tristeza, impotencia, enojo, sorpresa, incertidumbre, emociones que sin duda alguna te llevan a la reflexión y lo más importante a la introspección. En el transcurso de nuestra vida lamentablemente es imposible dejar de encontrarnos con gente hipócrita, pero las mismas experiencias nos hacen detectarlas fácilmente y así poder tener la oportunidad de seguirles o no el juego, de ser sinceros y honestos con nuestra forma de ser y de pensar (Congruencia). Con respecto a la Honestidad y decir las cosas tal y como son sin darle rodeos es muy válido para las personas que son así, mas sin embargo también se que existen modos y formas de decir la verdad sin llegar a lastimar u ofender a alguien y es aquí cuando entra el criterio, la objetividad, la educación, la perséepción y el contexto en el que se desarrollan las cosas. GRACIAS POR ESTA APORTACIÓN Diónysos Persée. Saludos. Denisse

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  2. Si bien es cierto que ser honesto te libera... las personas que hemos decidio ejercer la honestidad debemos ser lo suficientemente fuertes para toparnos con paredes demasiado duras... y asi hemos decidido tomar uno de los caminos más dificiles donde la mentira, la adulación, la falsa personalidad, entre otras.. no son herramientas en nuestra vida diaria y sabiendo que es así como se maneja el mundo.. casi siempre andaremos por el mundo en sentido contrario.

    Asi que aqui les dejo la frase "si no tienes nada bueno que decir mejor no hables."

    :)

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  3. Puta que weba me dio esto.

    Atte. Vic (en mi lado hipócrita claro!)

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